martes, noviembre 07, 2006
Si bebes vino... ¡te crece como un pino!
En los últimos años se ha producido un interesante fenómeno social en nuestro país que se ha ido instalando en la normalidad de forma subrepticia. ¿Por qué casi todo el mundo se ha dejado envolver en su caliginoso abrazo? Nadie es capaz de dar una explicación plausible a la pregunta...

¿Por qué el hecho de beber vino se considera actualmente como una acción elegante y un exponente del (me fascina esta expresión) "saber estar"?

Ponderar esta cuestión, lejos de ofrecer respuestas, plantea más preguntas:

¿Por qué beber zumo de uva fermentado por levaduras es tan "cool" y comer harina de trigo con agua fermentada por levaduras y horneada no es tan "cool"? ¿Alguien se imagina algo tan ridículo como: "Este pan de chapata es de harina de espiga castellana cosechada en agosto. Se nota en el retrogusto que ha sido horneada en horno de leña y su color tostado con inclusiones de la cáscara del cereal le otorgan un "bouquet" redondo con aromas silvestres"?

¿Por qué hay gente tan paleta que afirma sin rubor que el vino bebido en una copa de cristal fino sabe mejor? A lo mejor es debido a que el vidrio, un material inmune a la mayoría de los ácidos, bases y disolventes, modifica la estructura molecular de los aromas del vino, todo puede ser...

¿Por qué dice la gente que el vino potencia los sabores de la comida? Siento decirles que eso mismo ocurre, dependiendo de la comida, si bebes horchata, zumo de piña o un refresco con gas. La mejor bebida para apreciar los verdaderos sabores de una comida es, evidentemente, el agua. Las demás bebidas, al tener sabor propio, simplemente lo distorsionan.

Podría seguir desgranando más preguntas y quizá en otra ocasión lo haga, pero una mosca impertinente que está poniendo a prueba mi paciencia y la agostada batería del portátil desde el cual escribo me lo impiden.

Quiero finalizar este artículo con un consejo conciliador.

Querido lector: Si a usted le place el vino... ¡beba sin duelo! Beba Rioja o Don Simón! ¡Beba en vaso de plástico o en copa de cristal de Bohemia! ¡Beba en la recepción del embajador o beba en la tasca de la esquina! Sólo una cosa le digo: ¡A mí déjeme en paz con mi agua!

GRACIAS.

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Regurgitado por Schlange en un mal momento de martes, noviembre 07, 2006 ¤ Permalink ¤


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