De tus noches, de tu fuego y de tu piel, (11+1) B
De tu amor él era el dueño. (8) a
Tus caricias, todos tus secretos, (10) a
El tesoro ajeno de tu dulce miel, (11) B
Lo que nunca imaginé. (7+1) C
¿Quién me iba a decir (6+1) D
que serías la lluvia y yo la tempestad? (11+1) E
¿Quién me iba a decir (6+1) D
que tenías la cura de mi enfermedad? (11+1) E
¿Quien me iba a decir (6+1) D
que serías la sangre de mi corazón? (11+1) f
¿Quien me iba a decir (6+1) D
que tenías la paz que tanto me faltó? (11+1) f
Por eso qué más da (6+1) G
Si la gente viene y va (7+1) G
Dime, qué más da (5+1) G
Si tu vientre es mi verdad (7+1) g
Por eso que más da (6+1) G
Que este mundo esté al revés (7+1) h
Dime qué más da (5+1) G
Si me besas otra vez. (7+1) h
Tú, la inalcanzable, la imposible, (10) I
La mujer que yo esperaba un día tener, (11+1) h
La razón de mis deseos. (8) b
Tú, la deseable, la impasible, (10) I
Ángel prisionero de quién no te ve, (11+1) h
La que yo siempre soñé. (7+1) C
(Estribillo)
Observamos, sin sorpresa, que tanto la métrica de los "versos" como las rimas son equiparables a las de obras de artistas de la talla de un niño de 10 años. Contemplamos, sin asombro, que existen más de 10 rimas diferentes, destacando entre todas ellas la muy trillada: piel-miel. Por no hablar del contenido de la "composición". Oye chica ¡quién me iba a decir que la chacha me sisaba! Me gustabas de siempre y quién me iba a decir que ibamos a acabar así. Que cosas tiene la vida, oye.
En fin... una canción insulsa y pegadiza por la facilidad de aprender su repetitivo estribillo.
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