¿Por qué últimamente se intenta convencer a las masas de que la economía capitalista es compatible con el respeto al medio ambiente? ¿Quién ha estado administrándose psicotrópicos? Que levante la mano...
Seguramente la elaboración de esos anuncios mantenga eufórica a la población de publicistas (otra vez volvemos a lo de los psicotrópicos, porque si no, no se explican los anuncios de hoy en día), pero seamos realistas.
La economía capitalista, así superficialmente, como se analiza todo en este blog, se sustenta en el consumo. Dentro de las sociedades con crecimiento económico, la gente es como la protagonista de "Pretty woman" es decir, tiene pasta larga para gastar (y si no la tiene, se endeuda). El consumo provoca que el dinero fluya y se reparta así de aquella forma a lo largo y ancho de los sectores económicos. Lo cual provoca que todo el mundo tenga dinero y quiera gastarlo (porque seamos realistas... ¿quién ahorra? Que levante la mano...).
Recapitulemos: Tenemos a un montón de gente con dinero y con ganas de gastarlo ¿Qué hacemos? Pues lavarles el cerebro con anuncios y crearles necesidades. Verbigracia: teléfonos móviles, cámaras digitales, PDAs y un largo etc.
Para seguir moviendo la rueda del capitalismo es necesario que la gente siga consumiendo. Si la gente se quedase con sus teléfonos móviles (por poner un ejemplo cercano) y no comprase más, ¡horror!, la gente mantendría el dinero en sus bolsillos y no tendría más remedio que... ¡ahorrar! ¿De qué vivirían los bancos sin poder ejercer la usura, digo... el prestamismo? ¿De qué viviría la señorita azafata de la empresa telefónica de turno si nadie le va a comprar a la tienda? ¿Quién iba a contratar ahora a ensambladores de teléfonos móviles? Así es, damas y caballeros, la economía colapsaría y tendríamos que comernos los billetes que hemos estado ahorrando.
Bien, ya nos hemos dado cuenta de que el capitalismo es el hijo de la publicidad y el consumo. Pero para producir tantos teléfonos móviles es necesario petróleo para fabricar plástico, es necesario consumir energía eléctrica para que funcionen las máquinas, se necesitan metales y toda la industria pesada que conllevan y otro largo etc. Todo esto provoca contaminación, por no hablar de las toneladas de teléfonos móviles que cada año se desechan en optimas condiciones de funcionamiento por el capricho de adquirir una unidad más moderna o con nuevos accesorios.
Estamos en un callejón sin salida, es cierto, pero como muy sabiamente nos enseña la Historia, las civilizaciones en general y la Humanidad en particular, cambian de rumbo, y perdónenme la expresión, a base de hostias (y no precisamente de las consagradas). Tómese como ejemplo el agujero de la capa de ozono. Tuvo que aumentar de tamaño hasta dejar al descubierto la totalidad de la Antártida para que algunos gobiernos comenzasen a reaccionar tímidamente. ¿O qué me dicen del DDT? ¡Vaya! Si produce cáncer, ¡qué cosas! Lío, lío, lío... (Nota: el DDT todavía se usa en algunos países). Lo mismo pasará con el calentamiento global o el agotamiento de los combustibles fósiles: cuando tengamos el problema, ya no a nuestras puertas, sino bien sentado en la cocina, nos echaremos las manos a la cabeza, morirán millones de personas de hambre o en guerras y en unas décadas, todo volverá a la normalidad.
Así que... sigan consumiendo sin preocupaciones vanas, que lo que ha de ser, será.
Etiquetas: ¿Periodismo?
¡Dios mío! ¡Vaya ristra de chorizos! XD