viernes, junio 23, 2006
Con la parrocha alterada

Sí, el título del post os llama.
¿Qué tiene la palabra “parrocha” que desata pasiones? ¿Es ese punto de sal? ¿Referencia marina?
Algo aprendí en las prácticas de la universidad, y es que hay que llamar la atención del público con el titular. Pues hala, ya empiezo a soltar el rollo:

¿Nunca habéis vivido esa situación –digamos, “interesante”- en la que varias personas te hablan a la vez y todo ello se mezcla con conversaciones ajenas? Aclaro, sin estar borracho –o lo justo-.


La noche es la mejor fuente de inspiración para este blog, y para probarlo, os KAUmentaré varias situaciones:

· Un día, en cierto local de ambiente de la noche coruñesa yo le comentaba a una amiga:
-Pues no te pierdas el comentario que hizo X cuando fuimos a ver la exposición de Signier...
Mientras, un individuo de avanzada edad (dejémoslo así), proclamó ante el asombro de unos jóvenes plumíferos:
-Eh, yo sólo vengo a mirar...

· Una noche con Seliente, un amigo de este KAUmentaba:
-Entonces le dijo: “hija, te veo con la parrocha alterada”.
Y a escasos metros, se nos cruzó el siguiente discurso:
-Rosa, rosae, rosam...


· Conversación de fondo de las cohabitantes de mi residencia a las 4 de la mañana mientras yo estaba insomne en la habitación de María delimitando un mapa lingüístico de España en su espejo:
MALDITA GRITONA1: Tía, ¿le comiste la polla?
MALDITA GRITONA2: Entera. Pero tía, porque le quiero.


Otro día más, que estoy muy traumatizada (léase: resacosa).

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Regurgitado por Kaukisella en un mal momento de viernes, junio 23, 2006 ¤ Permalink ¤


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