Nadie ha podido evitar este momento de inspiración de después de cenar.
Seliente tomó un limón entre sus manos (destinado a la elaboración de un arroz con leche) mientras Kaukisella perdía el tiempo con frikadas internáuticas en su habitación. Aburrido, hizo rodar dicha fruta sobre la mesa y proclamó:
Seliente: Seguro que hay gente que con esto hace una performance: "Este limón rodando simboliza el paso del tiempo..."
Kaukisella: Ahí va, yo tengo que estudiar que estoy de exámenes (claro, a eso se debe esta notable ausencia bloggera, querid@s), pero... ¡vamos allá!
Crítica del arte puro (según Kaukisella) es una creación de videoarte de vanguardia que representa el temible paso del tiempo (limón de Doniños, Ferrol) sobre la capacidad de progreso de la sociedad (bolígrafo de luces intermitentes), que finalmente acaba apagándose con el trasfondo de una cultura retorcida (lápiz de goma moldeable), sufridora de las carcajadas de los zotes (Kaukisella & Seliente carcajeándose). ¿El final? Pues que el tiempo se carga la cultura, la capacidad de progreso se apaga y salen los títulos de crédito así como muy cutremente.
El análisis de Seliente de esta excelsa obra de arte audiovisual encuadra al limón como símbolo del paso relativista del tiempo, representado por los giros y movimientos erráticos. El limón es el sol en esencia, el indicador ancestral del transcurrir de las edades. El bolígrafo de luces multicolores intermitentes es una metáfora de la sociedad de consumo, que tras una rápida sucesión de modas y corrientes artísticas, se apaga en su decadencia. Finalmente, el lápiz elástico simboliza el arte en sí, que avanza a la vanguardia, desligándose en ocasiones de la sociedad y consólidándose como un valor casi metafísico.
¿Apasionante, eh? ¿A que no sabíais que un limón, un boli luminoso y un lápiz de goma pudiesen decir todo eso? Por no hablar de la simbología de las manos, las sombras y los sonidos sutiles y misteriosos que encierra el vídeo. Evidentemente, los artistas nunca deben desvelar completamente sus obras, os dejamos la interpretación de esos elementos a vosotros. Si es que al arte lo es todo, amigos, y cuando digo todo quiero decir "incluso esta mierda que no sé cómo no tenemos mucha vergüenza de reconocer como hija de nuestras mentes dementes".
Seliente tomó un limón entre sus manos (destinado a la elaboración de un arroz con leche) mientras Kaukisella perdía el tiempo con frikadas internáuticas en su habitación. Aburrido, hizo rodar dicha fruta sobre la mesa y proclamó:
Seliente: Seguro que hay gente que con esto hace una performance: "Este limón rodando simboliza el paso del tiempo..."
Kaukisella: Ahí va, yo tengo que estudiar que estoy de exámenes (claro, a eso se debe esta notable ausencia bloggera, querid@s), pero... ¡vamos allá!
Crítica del arte puro (según Kaukisella) es una creación de videoarte de vanguardia que representa el temible paso del tiempo (limón de Doniños, Ferrol) sobre la capacidad de progreso de la sociedad (bolígrafo de luces intermitentes), que finalmente acaba apagándose con el trasfondo de una cultura retorcida (lápiz de goma moldeable), sufridora de las carcajadas de los zotes (Kaukisella & Seliente carcajeándose). ¿El final? Pues que el tiempo se carga la cultura, la capacidad de progreso se apaga y salen los títulos de crédito así como muy cutremente.
El análisis de Seliente de esta excelsa obra de arte audiovisual encuadra al limón como símbolo del paso relativista del tiempo, representado por los giros y movimientos erráticos. El limón es el sol en esencia, el indicador ancestral del transcurrir de las edades. El bolígrafo de luces multicolores intermitentes es una metáfora de la sociedad de consumo, que tras una rápida sucesión de modas y corrientes artísticas, se apaga en su decadencia. Finalmente, el lápiz elástico simboliza el arte en sí, que avanza a la vanguardia, desligándose en ocasiones de la sociedad y consólidándose como un valor casi metafísico.
¿Apasionante, eh? ¿A que no sabíais que un limón, un boli luminoso y un lápiz de goma pudiesen decir todo eso? Por no hablar de la simbología de las manos, las sombras y los sonidos sutiles y misteriosos que encierra el vídeo. Evidentemente, los artistas nunca deben desvelar completamente sus obras, os dejamos la interpretación de esos elementos a vosotros. Si es que al arte lo es todo, amigos, y cuando digo todo quiero decir "incluso esta mierda que no sé cómo no tenemos mucha vergüenza de reconocer como hija de nuestras mentes dementes".
