Este año la algarabía se formó como siempre a lo bombo y platillo sobre la exposición ambulante cual podre feria medieval: 100 pósters para un siglo.
Me imagino cómo habría surgido la idea:
-Pss, tenemos aquí cuatro anuncios de estos pegaos con cola en las paredes de barrios marginales de los años 20. ¿Los incineramos?
-Mejor aún... ¡recíclalos, empléalos como arte!
Claro que esto para un espectador gafapasta acostumbrado a pasarse al menos 6 minutos (cronometrados, verídico) ante tres cuadrados rellenados de tres colores distintos, su actitud de búho oteador frente a una superficie cromática resulta cuanto menos, patética.
¿Por qué? Pues porque los anuncios que encontramos por las paredes no exigen que nos detengamos apoyando la barbilla sobre el puño un mínimo de 3 minutos. Con un simple vistazo, llega. ¿Qué más quieres verle? Sí, analizar la composición, iluminación en caso elementos fotográficos, posibles cambios de mentalidad en conceptos ideológicos, pero... Nunca han sido creados con perspectiva artística, salvo casos como Oliviero Toscani. Y aún así, como todo producto publicitario, cultura de comida rápida, pretende quedarse en los cruces neuronales con tan sólo un parpadeo.
Y si no, recordemos sacatum que tun, ¿Cuántas veces hay que ver este anuncio para asimilarlo con espíritu artístico?:
Etiquetas: Cultureteo
Ays, mi KAUlega de deliTOUs. Con lo bien que nos lo pasamos con el gafapasta que les hacía el tour a los -inKAUtos- con ansias de KAUlturizarse... Esos momentos son irrepetibles ( aforTOUnadamente ).
Se te quedó en el tintero la estupenda mise en scène... Nunca habría imaginado que se podría reciclar un montón de palés para jugar a los legos.